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| "LA HORA DE LA SIESTA" - CRUCITA GUTIÉRREZ SEGOVIA Grabado al aguafuerte y aguatinta sobre plancha de cobre de 32'5x24 cc. |
LA HORA DE LA SIESTA
El sol aún no se asoma
y el pastor, medio dormido,
va subiendo la montaña
con el morral a la espalda
empapado de rocío.
Ha dejado atrás su aldea
y a sus seres más queridos,
lleva el cayado en la mano,
a sus doscientas ovejas
y a su perro preferido.
¡ Vamos andando, pequeñas,
que arriba está el pasto fresco !
Y poco a poco se enciende,
allá, por el horizonte,
una luz roja y brillante
que predice una mañana
con un sol claro y radiante.
Y paso a paso ha llegado
arriba de la montaña,
y mientras las ovejas pastan
del morral saca su almuerzo,
y, mirando en derredor,
piensa lo que siempre piensa,
que si volviese a nacer
volvería a ser pastor.
Anda, Lucero, bonito,
vigílame las ovejas,
y déjame descansar
que es la hora de la siesta.
El sol aún no se ha puesto
y el pastor muy decidido,
va bajando la montaña
con el morral a la espalda
y con el deber cumplido.
Paso a paso se encamina
hacia sus seres queridos,
lleva el cayado en la mano,
a sus doscientas ovejas
y a su perro preferido.
Y poco a poco aparece
allá, por el horizonte,
una luz brillante y llena
que predice una noche
clara y serena.
Ha dejado atrás la cima
y ya divisa su aldea,
y observa, con atención,
el humo que de su casa
sale por la chimenea.
¡ Vamos andando, pequeñas ,
que ya se ha acabado el día !
y a ti, Lucero, bonito,
gracias por tu compañía.
Y sabe que cuando llegue
no hay nada que mejor siente,
que en la mesa esté dispuesta
una sopa bien caliente
Crucita Gutiérrez Segovia
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Autora poema "La hora de la siesta": Crucita Gutiérrez Segovia - Inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual según Convenio de Berna.
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